11/7/09

Envidia y resentimiento vs perdón y generosidad













El resentimiento no es extraño a ninguno de nosotros, y sus notas mas características son el sentirse dolido y el no olvidar.
La antesala del resentimiento suele ser la envidia, o sea, la tristeza y el pesar ante el bien ajeno.
¿Cúando la envidia se convierte en resentimiento?

Cuando la otra persona tiene algo que uno aprecia y no posee, y ésta posesión es atribuída a algún tipo especial de injusticia o dádiva inmerecida.
Estas reacciones descansan sobre personalidades carentes de afecto, con gran necesidad de sentirse estimado; aún con dificultad para reconocer errores o limitaciones propias.
Cuando éste tipo de resentimiento echa raíces profundas, puede ser motivación para toda una vida y sólo termina cuando se apaga la sed de revancha que se lleva dentro.

Una personalidad madura es aquella que tiene recursos suficientes para superar el pasado, aprender de él, y vivir abierto hacia el porvenir. Esa sería la ecuación temporal del hombre sano.

Los opuestos al resentimiento son el perdón y la generosidad.
El primero significa luchar por pasar las páginas de esos recuerdos, para que no se claven en la intimidad y el segundo es la grandeza de ánimo, la magnanimidad, la excelencia.

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